Sink in sink down
Lydia Gifford
15 Septiembre - 02 Noviembre, 2022

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

Sink in sink down, exposición individual de Lydia Gifford. Vistas de la instalación en L21 Factory, 2022.

LYDIA GIFFORD
Lasting/sinew, 2022
Gasa de algodón teñida, pintura al óleo, arcilla, pintura, tinta, pigmento, tierra, pegamento, acero e imanes

130 x 110 x 12 cm

LYDIA GIFFORD
Sap rising, 2022
Pintura al óleo, pigmento (tierra y sintético), tinta, pintura acrílica, tinte (natural y sintético), tierra, arcilla muselina de algodón, cola, madera

132 x 120 x 5 cm

LYDIA GIFFORD
Spent force, 2022
Pintura al óleo, pigmento (tierra y sintético), tinta, pintura acrílica, tinte (natural y sintético), tierra, arcilla muselina de algodón, cola, madera

132 x 120 x 5 cm

LYDIA GIFFORD
Vocal hollow/blister, 2022
Pintura al óleo, pigmento (tierra y sintético), tinta, pintura acrílica, tinte (natural y sintético), tierra, arcilla muselina de algodón, cola, madera

130 x 118 x 5 cm

LYDIA GIFFORD
Sinew/lasting, 2022
Pintura al óleo, pigmento (tierra y sintético), tinta, pintura acrílica, tinte (natural y sintético), tierra, arcilla muselina de algodón, cola, madera

126 x 118 x 5 cm

LYDIA GIFFORD
Detachment/pan, 2022
Pintura al óleo, pigmento (tierra y sintético), tinta, pintura acrílica, tinte (natural y sintético), tierra, arcilla muselina de algodón, cola, madera

126 x 118 x 5 cm

LYDIA GIFFORD
Gland, 2022
Pintura al óleo, pigmento, pintura acrílica, lienzo sobre madera

37 x 36 x 4 cm

LYDIA GIFFORD
Braves the heat, 2021
Algodón, madera, pegamento, clavos, tinte, pintura, óleo, pigmento

68 x 42 x 10 cm

 “Húndete, húndete hasta las raíces más lejanas”[1]

 

– Úrsula K Le Guin

 

Físico – no físico

 

Lydia Gifford impregna sus obras de arte con mucho más que pintura, tinte, pegamento o yeso. Ciertamente, son objetos físicos, pero también llevan rastros de una búsqueda más profunda. Todo el proceso está cargado de sentido, desde la elección de los paños o tejidos hasta los diferentes elementos que integran las obras, y que en muchas ocasiones han sido desenterrados por la propia artista. Igual de relevantes son las cuestiones no físicas que se esconden entre los pliegues: el tiempo dedicado a crear la obra, haciéndola y rehaciéndola, el tiempo que pasará siendo vista, tocada o incluso recordada, o la historia de sus pigmentos.

 

Quietud – movimiento

 

Las obras inmóviles en la pared o colgadas del techo destilan una sensación de calma, invitando al espectador a acercarse y concentrarse en sus formas, colores o texturas. Antes de la quietud fueron retorcidas, movidas, estrujadas hasta encontrar sus formas definitivas. El movimiento es una parte intrínseca de estas piezas y también de la práctica artística de Gifford. Al crear, su cuerpo se mueve en el suelo con una intensidad similar a la de una bailarina improvisando una coreografía. Y las acciones repetidas se convierten en sí mismas en una forma de arte, una meditación en movimiento que permite crear. Pina Bausch lo expresó maravillosamente: “La repetición no es repetición. La misma acción te hace sentir algo completamente diferente al final”[2].

 

Hundirse – Flotar

 

En su búsqueda de los distintos ingredientes que integrarán sus obras, las manos de Gifford se hunden a menudo en el suelo. Sus dedos cavan, excavan, buscan tierra o polvo. En este proceso, es tan significativo lo que encuentra como la historia que está contenida en las capas de materia que toca. De la misma manera que los recuerdos surgen en nuestra mente, también estos elementos emergen cargando todo su pasado. Estas obras de arte están conectadas con la tierra, pero también tienen una cualidad vaporosa. A veces se puede ver a través de las capas y con sus formas imperfectas parecen estar moviéndose, a veces incluso flotando.

 

Pintura – escultura

 

La riqueza de estas obras también reside en el hecho de que no son fácilmente definibles. Son en cierto modo a la vez pintura y escultura, ya que tocar y transformar la materia es tan relevante como aplicar elementos sobre ellas. Realmente, el proceso es igual de importante que el resultado. Y, de hecho, ambos están inextricablemente entrelazados. Las piezas tridimensionales están destinadas a ser un disparador para nuestros sentidos, permitiéndonos absorber la atmósfera que crean y continuar nuestra propia búsqueda de significado.

 

 

Texto escrito tras un intercambio entre Lydia Gifford y Florence Rodenstein.

[1] K Le Guin, Ursula. Del poema “Come to Dust”.

[2] Kisselgoff, Anna. “Pina Bausch Dance: Key is Emotion”. The New York Times. 4 de octubre de 1985. https://www.nytimes.com/1985/10/04/arts/pina-bausch-dance-key-is-emotion.html

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