Just use magic
Dar vida al pasado, reconstruirlo, según Eugène Viollet-le-Duc no se trataba de la restauración del original, sino de la proyección y reinvención del mismo, según debería de haber sido formulado. Preferible a la ruina, era la creación falseada, Viollet-le-Duc fue un importante arquitecto del renacer gótico, con restauraciones como la Ciudadela de Carcasona o el Castillo de Roquetaillade. Fue el arquitecto contratado para diseñar la estructura interna de la Estatua de la Libertad, pero falleció antes de que finalizara el proyecto. Sus ideas eran opuestas a las de John Ruskin, quien era defensor de una labor en relación con el pasado de mantenimiento respecto al original.
Este interés por el simulacro (más cercano a Viollet-le-Duc que a Ruskin) y por el renacer gótico es uno de los ejes que orbitan en torno al trabajo de Ryan Browning. Como eje central de su trabajo está la reivindicación de una iconografía neo-medievalista, que toma como referente no solo los castillos de Viollet-le-Duc, sino los representados en videojuegos y series animadas de los 80 como Dragones y mazmorras. Browning descongela con velas proyectas en 3D el cuerpo de Disney, para incorporar sus huesos, o las manos de Mickey Mouse, en sus lienzos. Como Mickey en el film Fantasía (la antología musical animada de 1940), Browning orquesta elementos dentro de una cueva, oscura, pero dulce y de cantos redondeados.
El pasado idealizado, que ya carece de tiempo, se encarna en sus pinturas y esculturas. Como el cuerpo de Disney (que en realidad fue incinerado y enterrado días después de su muerte en 1966) se hace real y emerge del mito, se desarrolla en un tiempo ancestral, primigenio y presente, tan filtrado por la leyenda, que se construye en la autorreferencia.
En la pintura Just use magic flota en el espacio una baguette, la barita mágica de un truco de cartas. En Doha -ciudad en la que el artista vive actualmente- las panaderías de estilo europeo sin difíciles de encontrar. Esa tipología de pan fue desarrollada en Viena a mediados del s. XIX, antes de que Doha fuese fundada como ciudad. Seguramente la imitación hace las delicias de los cataríes, la copia de una receta y tradición descontextualiza, cumple su función y construye en relato.
Una fábula, repleta de despojos, algunos huesos desposeídos de carne, pero no de vida, se enmarcan en catacumbas oscuras. Vestigios fragmentados empuñan un humo negro y estático, en su escultura Smoke Crafter. La muerte como una identidad antropomórfica empezó a ser representada como una figura esquelética con túnica negra en el s. XV, también en un contexto medieval. Su función era guiar al alma hacia el otro mundo, ese otro universo es al que alumbra Browning con sus candelabros ensortijados del lienzo Renfield B.
Formas retorcidas, que pueden ser velas, vísceras, huesos o estalagmitas, se mezclan de forma simbiótica en la pieza escultórica Pastel gesture. La metamorfosis como una magia posible, en un mundo de ensueño, o pesadilla edulcorada, en donde se intuye la presencia humana a través de elementos alegóricos, sagrados o perturbadores, hoz, cadenas, que profesan una fe -o condena- por el ilusionismo.
El guardián de la caverna corona la lanza en I’m still smilling, ha cedido el paso al ultra mundo heroico, al mago, del que Browning rescata códigos y mecanismos, y convierte en piezas. A través del collage entre elementos, objetos encontrados, la impresión 3D o la resina epoxi, el artista da forma a esculturas que representan momentos congelados de luz, humo o ingenio.
Dos gatos de madera volteados son la base de la escultura Try to be realistic, son la toma de tierra de un mecanismo obsoleto que a través de ellos se vincula con lo local. Ryan fue a buscarlos al mercadillo de Consell. Los mercadillos son esos lugares en los que se revenden los excedentes identitarios, encontramos objetos que en ese momento decisivo, por arte de magia, pueden ser convertidos en desecho o deseo, según el valor que les otorgue la nueva mirada.
Browning dice que “ir al este es más fácil que ir al oeste”, quizás hay menos fronteras, o muros. En la pieza Lemon Pastiche se dibuja una silueta entre los muros de la fortificación neo-medieval, diseñada en impresión 3D termoplástica, recrea un paredón con luz y sombra, en donde las losas funcionan sobre el panel como macro píxeles con personalidad indefinida.
Esta identidad se debe también a la formación del artista en historia, esto le hace conocedor de un pasado remoto, del que incorpora referentes alejados también a su geografía. En Houston, veía castillos a través de pantallas, y los recorría con un joystick. El claroscuro y la iconografía neo-medievalista se encuentra en su trabajo con la cultura popular boomer y milenial.
Según el artista, “el futuro estará en lo profundo” y de las estalagmitas emergerán luces de neón. La escultura Stalag se ha creado no por condensación de los minerales del agua, sino por decisión creativa.
Para activar la máquina del tiempo, Browning utiliza monedas doradas sin estampa, sin referencias, que como el disco dorado, lanzado al vacío del universo con información relevante sobre la especie, activan la escultura Subterranean Appliance o flotan en la pintura Renfield B.
La magia, la cueva, lo etéreo y efímero configuran los espacios en los lienzos o colapsan en sus esculturas, creaciones que emergen de un pasado en sombras, ven la luz en manos de Browning y aspiran a la eternidad.
Esta exposición ha sido financiada (en parte) por una beca de investigación VCUarts Qatar/Qatar Foundation Faculty.
María José Ribas Bermúdez
