El trabajo de la artista Erika Hock (Kirguistán, 1981, radicada en Alemania) se encuentra en una intersección entre el arte, la arquitectura y el diseño. En esta mezcla de influencias encontramos la riqueza de su obra. Hock subvierte lo que esperamos de los espacios, rompe lo predecible y a la vez nos permite jugar con los objetos. Entrar en una exposición de Hock es una experiencia completa, donde todos los rincones de la sala juegan su papel.

Mientras el espectador se pasea por el espacio, puede decidir si interactuar o no con los objetos, e incluso dudar de si eso es algo permitido. En este sentido, “Unfit” propone un reto complicado, ya que es prácticamente imposible no tocar o no sentarse sobre alguna de las piezas que se interponen en nuestro camino. “Yellow”, con sus divertidos cojines, es particularmente difícil de resistir. El título de la exposición hace referencia al hecho que, aunque estas piezas invitan a ser exploradas, nunca se adaptan del todo al cuerpo del visitante y provocan una curiosa incomodidad.

La atmósfera de “Unfit” desprende también cierto aire nostálgico, con ecos del grupo Memphis. Ese grupo italiano de arquitectura y diseño fundado por Ettore Sottsass se atrevió a combinar los colores vibrantes del pop art con elementos de art deco como las figuras geométricas o las líneas curvas, e influencias retro. Marcó fuertemente los años 80 poniendo el foco no solo en la funcionalidad del diseño sino también en la estética. Sottsass lo explica así: “Cuando era joven, lo que oíamos era funcionalismo, funcionalismo, funcionalismo. No es suficiente. El diseño también debe ser sensual y emocionante”.

Este es el espíritu lúdico que encontramos aquí y que nos invita a desprendernos de nuestras ideas preconcebidas y a dejarnos llevar por el recorrido. Además de las obras-sillones, también encontramos varias lámparas torcidas y coloridas que iluminan nuestro paso con humor y elegancia. Hock, con su técnica impecable y su capacidad de habitar el espacio de formas inesperadas, se posiciona como una voz original y única dentro del arte contemporáneo alemán.

Florence Rodenstein