¿Qué te espera en la cima de la montaña? ¿Qué trascendencia llega tras meses de entrenamiento y preparación? ¿Hacia dónde estamos subiendo y por qué tenemos tanta prisa por llegar allí?

The Future Perfect® es una exposición que incita a mirar al futuro. Habla sobre la ambición y la perseverancia de artistas y exploradores por igual, su determinación de superar obstáculos y desafíos y vivir para siempre en búsqueda de sus sueños. Avanzar es avanzar desde algún lugar, y esta exposición individual de Ben Edmunds marca un gran paso hacia adelante en su práctica pictórica.

En general, el trabajo de Edmunds se caracteriza por una combinación inusual de abstracción con influencias del estilo color field, y equipamiento para deportes de aventura. Creados mediante capas finas de tinta, los lienzos ricos en colores están teñidos y se relacionan con otros artistas modernistas como Jules Olitski, Helen Frankenthaler y Kenneth Noland. Pero las intervenciones escultóricas y los elementos de diseño gráfico llevan las obras firmemente al momento presente. La pintura actúa como una especie de herramienta para la aventura, con sus propias reglas, materialidad y marca. Se nos incita a reflexionar sobre cómo opera una obra de arte, física y metafísicamente, y hacia dónde puede llevarnos.

Los marcos de fibra de carbono, los cordones elásticos y los mosquetones enmarcan el trabajo con una coherencia sorprendente, y son un guiño a las actividades al aire libre que Edmunds disfrutaba cuando era niño y al equipamiento necesario para estos deportes. También apuntan a su interés actual por la utilidad y la ingeniería que pueden encontrarse en las calles de Londres. Venga de donde venga, esta obsesión por el material deportivo apunta a un ansia de aventuras y una sed de experiencia, y el trabajo de Edmunds reconoce que, como seres humanos, estamos sedientos, siempre insatisfechos y en perpetua búsqueda. Queremos escapar de la ciudad, queremos escapar de nuestros móviles y encontrar algo más. Esta búsqueda interminable es también el trabajo del pintor abstracto, que cada día busca nuevas formas sobre el lienzo.

En esta exposición se presenta una nueva serie, titulada It’s time to believe in magic, junto con las pinturas con colores degradados por las que Edmunds se ha hecho conocido. Las pinturas mágicas son minimalistas y de bordes duros, similares a los experimentos de color de Ellsworth Kelly. Creados principalmente con bloques planos de color teñido a mano, varios lienzos se mantienen unidos mediante pesados ​​marcos esculturales y cordones elásticos. Edmunds afirma: “Tengo muchas ganas de exponerlos porque no los entiendo del todo. Son emocionantes y desconocidos para mí, pero creo en ellos. Se parecen a banderas náuticas, diseñadas para la comunicación, aunque sus mensajes no son claros”.

Es este espíritu de innovación y riesgo que encontramos en el trabajo de Edmunds. En los marcos de las obras de arte se pueden encontrar breves frases como “Dreams are for dreamers” y “The best is yet to come”, títulos que evocan imágenes de un acto de fe y que son un guiño romántico al artista que explora territorios desconocidos.