Hide the candies inside my hat
EDU CARRILLO
12 Noviembre - 05 Enero, 2021

Hide the candies inside my hat, exposición individual de Edu Carrillo. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2021.

EDU CARRILLO
4 Moods (3), 2021
Acrílico, óleo en barra, óleo, rotulador, cera en barra y spray sobre lienzo

275 x 175 cm

EDU CARRILLO
4 Moods (2), 2021
Acrílico, óleo en barra, óleo, rotulador, cera en barra y spray sobre lienzo

275 x 175 cm

EDU CARRILLO

14 MOODS, 2021
Acrílico, óleo en barra, óleo, rotulador, cera en barra y spray sobre lienzo
275 x 875 cm

EDU CARRILLO
4 Moods (1), 2021
Acrílico, óleo en barra, óleo, rotulador, cera en barra y spray sobre lienzo

275 x 175 cm

EDU CARRILLO
4 Moods (4), 2021
Acrílico, óleo en barra, óleo, rotulador, cera en barra y spray sobre lienzo

275 x 175 cm

Hide the candies inside my hat, exposición individual de Edu Carrillo. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2021.

EDU CARRILLO
Huge Studio Wall, 2021
Acrílico, óleo en barra, óleo, rotulador, cera, grafito, carboncillo, pastel y spray sobre lienzo

275 x 1000 cm

EDU CARRILLO
Huge Studio Wall (detail), 2021
Acrílico, óleo en barra, óleo, rotulador, cera, grafito, carboncillo, pastel y spray sobre lienzo

275 x 1000 cm

Siempre me ha resultado interesante la idea de llevar sombrero. El principal problema es que mi cabeza parece rechazar cualquier tipo… el título de la primera exposición de Edu Carrillo (Santander, 1995) en L21, me hace olvidar ese problema e imaginar incontables posibilidades. Por ejemplo, imagina ir por la calle llevando un sombrero alto y picudo o incluso una de esas gorras que te permiten beber un refresco mientras vas caminando. ¡Menuda fantasía! Creo que a muchos nos parecen ridículas en realidad, pero quién sabe: quizá las acabaremos normalizando dentro unos años. Indudablemente, todo transcurre hoy mucho más rápido. Las modas van y vienen a tal velocidad que parece que uno no puede llegar a estar nunca en comunión con ellas. ¡Toc, toc! Te llega un paquete a casa con los últimos pantalones molones y cuando te los pones ya son vintage.

 

Estoy seguro de que a Edu le quedaría bien cualquier tipo de sombrero, estén o no estén de moda. Él es capaz de ponerse un sombrero de paja, salir a la calle y surfear cualquier ola. Esta libertad y este descaro se ven perfectamente reflejados en los cuadros que ha pintado para esta exposición. Su creatividad explosiva y sus ganas de experimentar en el estudio parecen no tener fin. Cada vez que me envía la imagen de una nueva pintura en proceso me sorprende.

 

Sombreros, tablones de madera, bocetos atrapados con chinchetas, fotografías y referencias visuales de la historia del arte… objetos e imágenes diversas conviven en las paredes de los estudios de muchos artistas. Son murales infinitos y cambiantes que alimentan la práctica de la pintura. Sin embargo, Edu pinta esa realidad misma: los murales, el alimento visual de sus cuadros. Pinta el boceto del chico del sombrero, las vetas de la madera, la arruga del papel y hasta las manchas de la propia pared del estudio.

 

Realmente, estar delante de estos cuadros como espectador me rompe
la cabeza. Y con la cabeza rota, ¿cómo voy a llevar yo uno de esos sombreros? Pero mientras tanto él, con su sombrero de paja, ha pillado una buena ola y tiene el aguante y equilibrio necesario como para surfearla hasta llegar a la orilla.

 

Óscar Florit

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