From within the midst of things
Vera Mota
18 Marzo - 25 Mayo, 2022

From within the midst of things, exposición individual de Vera Mota. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

 

From within the midst of things, exposición individual de Vera Mota. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

From within the midst of things, exposición individual de Vera Mota. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

From within the midst of things, exposición individual de Vera Mota. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

From within the midst of things, exposición individual de Vera Mota. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

From within the midst of things, exposición individual de Vera Mota. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

From within the midst of things, exposición individual de Vera Mota. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

VERA MOTA
Untitled, 2021

Óleo sobre papel, enmarcado en aluminio

61.5 x 43.5 cm

VERA MOTA
Untitled, 2021

Óleo sobre papel, enmarcado en aluminio

61.5 x 43.5 cm

VERA MOTA
Untitled, 2021

Óleo sobre papel, enmarcado en aluminio

61.5 x 43.5 cm

VERA MOTA
Dobra-Rasgo, 2022
Acrílico sobre lienzo

196 x 120 cm

VERA MOTA
Curve, 2021

Aluminio

136 x 29 x 2.5 cm

VERA MOTA
Scraper, 2022

Mármol de Carrara

112.5 x 18 x 9.2 cm

VERA MOTA
Head rester, 2022
Mármol y latón

120 x 55 x 19 cm

Bodies touching bodies

 

Si uno se tumba de lado, la cabeza acaba unos centímetros por encima de la superficie en la que está tumbado, una distancia igual a la anchura del hombro. Solemos utilizar una almohada para salvar esta distancia, pero los antiguos egipcios utilizaban un reposacabezas. Este objeto consistía en una sección superior semicircular colocada bajo el cráneo, justo por encima de la oreja, y una o varias columnas que elevaban la parte superior a la altura adecuada. Su uso no sólo aseguraba una posición relativa- mente cómoda mientras se dormía, sino que también permitía que el aire circulara alrededor de la cabeza, una ventaja añadida en un clima cálido como el de Egipto, además de proteger la cabeza de los insectos que podrían dañar esta preciosa parte del cuerpo. No me sorprendió que Vera Mota mencionara el desencadenamiento provocado por un reposacabezas en el estudio del artista minimalista Donald Judd en Manhatan. La observación de este objeto le hizo reconsiderar dónde colocar la cabeza, y cómo su privilegio simbólico es desafiado en su des/re/colocación, ya sea siendo levantado o bajado a los pies, como ha sugerido en trabajos anteriores.

 

En la exposición de Mota se encuentra un eco de un reposacabezas realizado en mármol verde y colocado sobre una lámina de latón que ha sido tallada con una forma que recuerda al esqueleto de un animal, y que en realidad es la forma de un par de cejas utilizadas para el aprendizaje en la industria cosmética. El cuerpo es una referencia continua en su exposición: un cuerpo performativo en el que lo que importa es precisamente la materia. Su lenguaje artístico desafía la idea de éste como pasivo e inmutable, a la vez que amplía la noción del cuerpo humano al representar partes como las uñas, junto a elementos protésicos que sirven para sostenerlo. Al ofrecer un relato de la materialización de todos los cuerpos – humanos y no humanos – se establece una situación en la que se concede agencia a nuestros seres carnosos tanto como a la materia que nos rodea, que posee una vibrante vitalidad definida como “Thing-Power” por Jane Bennett 1. El dibujo y el movimiento están íntimamente ligados al gesto que crea las obras, la expresión del cuerpo y el trazado gráfico están casi presentes en todas las piezas de la exposición donde la correlación y la repetición crean un flujo que las une.

 

“From within the midst of things tiene la superficie rayada del lienzo, irregular como resultado de los gestos de un cuerpo y un tiempo determinados; tiene una escultura puntiaguda de mármol que se asemeja a un clavo; tiene rayazos de nuevo en el latón esta vez como resultado de un proceso mecánico repetido rigurosamente, mientras que las curvas y el color del reposacabezas nos remiten a las ondas y los pliegues del cuadro, donde las frágiles líneas curvas nos llevan a las rígidas y todavía rebotantes hojas de hierro de la escultura Stance”.2

 

Las obras propagan formas y direcciones en el espacio convocando formas que trastornan la percepción y estimulan una especie de imaginación en la que la representación se ve perturbada mientras la materia nos mueve. Las líneas dominan la obra, sobre todo por la fuerza e importancia de la horizontalidad y la verticalidad. Dado que una cierta acción se cristaliza permanentemente a través de la materialidad de las obras, parece natural traer a escena Lines: A Brief History (2007) de Tim Ingold, un libro que comienza con esta pregunta: “¿Qué tienen en común caminar, tejer, observar, cantar, contar historias, dibujar y escribir? La respuesta es que todos proceden de líneas de un tipo u otro”.

 

El modo de ver forma de Mota nos arrastra al reino de las cosas, lo puro contenido, el terreno de los elementos no diferenciados que sugieren una falta de jerarquía entre el material y lo que representa. Su práctica nos recuerda que las obras de arte no son entidades autónomas que existen en sí mismas o cuyo contenido es contenible. Por el contrario, en su ecosistema expositivo generan una serie de relaciones conceptuales y espaciales entre ellas y la persona que se relaciona con ellas. Los objetos de arte no son tan estáticos como parecen, ni poseemos la única agencia en esta relación.

 

1. Un concepto desarrollado en el ensayo “The force of things. Steps towards an Ecology of Matter”, 2011.

2. Descrito por la artista.

 

Cristina Ramos

 

EN / ES