La exposición individual de Jaime Hayon en L21 Barcelona podría definirse como una experiencia inmersiva. En este paseo por el universo creativo de Hayon, el espectador puede ir descubriendo varias salas que han sido personalizadas para acoger una gran variedad de obras, colores y materiales que conforman el imaginario del artista. El cuerpo de pinturas y esculturas funciona como un conjunto sin jerarquías, que apela a nuestro sentido de la vista y del tacto por la diversidad de las texturas. La galería se transforma en un espacio hayonesco para que podamos conectar de forma directa con la belleza que nos rodea, descubrir figuras de otro mundo y dejarnos llevar por la suavidad y elegancia de las formas y colores.

Hayon se mueve entre el diseño y el arte con fluidez y sin prejuicios. Su mirada es abierta, observadora. Los personajes que nos encontramos en este recorrido también emanan estas cualidades: nos invitan a no juzgarlos, a observar su curiosa esencia entre naturaleza, materia y humanidad. Jarrones con caras, objetos-pájaros o humanos-pájaros, estos personajes híbridos y metamórficos forman parte de un todo coherente que nos transporta más allá de la razón. El artista busca conectar el mundo imaginario con el real, ya que los sujetos de sus obras nacen justamente de esta mezcla entre lo que observa en el exterior y lo que acontece en su propia fantasía.

“Form follows painting” explora además la asociación entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad, extrayendo objetos de los cuadros y empleando técnicas elaboradas como el cristal soplado veneciano o la terracota valenciana para darles vida. A nivel pictórico, podemos observar una paleta de colores muy característica del artista, que se ha centrado para este proyecto en llevar la funcionalidad del diseño hacia la libertad de la no funcionalidad. Como describe el título de esta exposición en un guiño a la famosa frase del arquitecto Louis Sullivan, aquí la forma sigue a la pintura, no a la función.

Pero la base de todo, la esencia de lo que vemos en esta exposición, es el juego. Jung dijo: “La creación de algo nuevo no la realiza el intelecto, sino el instinto de juego que actúa por necesidad interior”[1]. Es esta habilidad o incluso actitud la que el artista cultiva y elige como motor de vida. Entrar en el mundo de Hayon es un acto lúdico que nos permite descubrir nuevas asociaciones y abrir al máximo el abanico de posibilidades.

Florence Rodenstein

[1] JUNG, Carl Gustav. Quoted in: Purrington, M. 2020. https://carljungdepthpsychologysite.blog/2020/11/09/carl-jung-the-dynamic-principle-of-fantasy-is-play-2/